martes, 12 de junio de 2012

Un ángel llamado Alejandro



En medio de la crisis, del rescate, de la Eurocopa y muchas otras cosas decidiste aparecer. Un poquitín antes de las 11 de la mañana de un martes 12 de junio naciste en Segovia, tras no muchas horas de empujones por parte de tu mami; la cosa fue bastante fácil. Eso sí, los nervios reinaban en el ambiente y los móviles echaban humo, ya que desde que nos levantamos nuestra única preocupación del día era saber algo sobre ti.

Apareciste un día no muy caluroso de junio, eso sí soleado porque tú venías al mundo. Los nueve meses que dejaste atrás fueron intensos. Tus comienzos no fueron fáciles, los vómitos de mami eran frecuentes. Algún que otro susto nos dieron los médicos, pero como no podía ser de otra manera, tus papis lucharon y siguieron luchando como han hecho siempre, para que tú, ese niño tan deseado, estuviese entre nosotros. Te han cuidado, te han mimado, han dado muchos paseos para que tú nacieses muy fuerte. Mami estaba radiante. Papi, sin creérselo todavía, se le caía la baba desde que supo que estabas en camino. Y te hemos sentido, hemos podido notar cómo te gustaba incomodar a mami desde dentro, cómo te gustaba hacerte notar y cómo hacías que mami estuviese cada día más guapa.

Eres el niño más deseado y querido por mucha, mucha gente. Esperado como agua de mayo, mimado entre algodones y adorado sin conocerte.
Alejandro eres único, se te ve fuerte, todo un luchador como tus papis. Sigue haciéndoles tan felices, también puedes  hacer alguna perrería, que ellos no se quedaron atrás cuando fueron pequeños como tú.

Álex, ya hay muchas personas, que sin apenas conocerte, no pueden vivir sin ti, entre ellas, tus tías las Xoxys.
Álex gracias por venir al mundo.

Tus tías, las Xoxys.

miércoles, 6 de junio de 2012

Sin palabras


9.12 me despierto, ya llevo un rato dando vueltas en la cama y no he dormido mucho. ¿Tal vez mi cuerpo sienta que algo va a pasar, o realmente es que los años no pasan en balde y ya voy de cabeza a levantarme a las 7 de la mañana para barrer la puerta de casa? OMG
Fuere lo que fuere y después de un ratito en la cama charlando y… llega la noticia. No me creo que lo haya podido hacer, pero sí, no me ha contado nada y ahora descubro que mis Xoxys están en peligro. Lo cierto es que no me lo creo mucho, la oreja parece que tiene pelos y la cara del transmisor del mensaje delata que nada malo está pasando. Pues rapidito una ducha (no tengo nada de ropa, improviso), primera parada en Valdemoro y por el camino un montón de mensajes, y no de mis Xoxys precisamente. No sé qué pasa, pero hoy todo el mundo se acuerda de mí. Después de una rápida despedida toca conducir hasta Zarzuela, donde está la siguiente pista.
Entro en Zarzuela, el día está nublado pero el pueblo parece en calma. Veo el coche de la Rico, aparco en la puerta de casa, contesto unos wasap antes de bajar del coche y entro, curiosamente la puerta está abierta. Sobre encima del baúl, junto a unas botas Mustang de mi hermana de hace ni sé los tiempos, camisa de cuadros, cinturón, vaqueros y hasta calcetines a juego. Siguiente pista en bazar Danko. Tranquilas que no me olvido de inmortalizar el momento. Cientos de cosas se me pasan por la cabeza, estoy flipando. ¿Lo han hecho por mí? ¿Lo han preparado todo sin que sospechara ni lo más mínimo? Ahora entiendo lo del tapersex, que Rosa supuestamente se iba a Valdemoro, que no me contestaran al grupo de Texas. Pero sí chicas, lo habéis hecho de 10, no he sospechado nada.
Rápido me subo a cambiar, pienso en cómo estarán ellas y dónde (¿en la pisci?). Cojo los achiperres y para la tienda. Allí me esperan mis papis. Besitos de bienvenida, sonrisas pícaras e ilusión en sus ojos. La “tabernera” me da el sobre y dos besos con ello, aunque como dice: eso no venía incluido en el juego. Me pongo el gorrito de cowgirl, lacito rosa of course y a por la siguiente parada, después de la foto claro.
Entro despacio por la puerta, Ito anda detrás del huerto pero no dice nada, ¡qué raro! Le pregunto pero no contesta. Subo al porche y veo la siguiente pista. Solo faltaba el rifle, y el destino: la piscina. Pues ale, a coger el coche de nuevo. En un par de minutos podré salvar a mis chicas. Aunque primero tengo que grabar un vídeo, ¡pues sí que canto bien yo!

Todos los coches están allí. Aparco y subo a la casita, no hay rastro humano, pero sí de colillas y de vasos de sangría, que por cierto tiene muy buena pinta. Se oyen voces a lo lejos, están arriba creo. Pero no, se esconden detrás. Y allí están todas, sanas y salvas: Alicia, Bea, Elena, Laura, María, Rosa, mi hermana, Rico y Tamara. No falta ninguna, el espíritu de todas está allí. Ahora sí que flipo pepinillos, como diría mi Toñi. Me emociono al verlas, me besan y me abrazan con fuerza, hacen que mis ojos rebosen. Pero todo no ha hecho más que empezar. Me dan un par de regalitos, ya sabía que iba a llorar. Musiquita para el evento y el mejor regalo del mundo: su compañía y cariño a través de una camiseta para correr. Sin duda que la utilizaré. Las lágrimas hacen acto de presencia, y no solo las mías. Más de una somos de lágrima fácil. Siguen los besos y los abrazos. Pero la fiesta tiene que empezar. Estrenamos el cd de música, llenamos los vasos de una sangría riquísima y empezamos a bailar y a tapear.
Los murmullos continúan, no me fío de ninguna de ellas. El movimiento continúa, la comida empieza a prepararse con una excelente cocinera, la mesa se prepara, y las ensaladas, y los asados, y los vasos se siguen llenando. Sigue habiendo besos, muchos besos que los necesito, fotos por supuesto y risas.
Bromean con tener alguien escondido. Eso sí que no me lo creo. Más de una no hubiese aguantado, ya lo habrían soltado, jejeje. La comida perfecta, la bebida también, el postre para chuparse los dedos y la sobremesa aun mejor. ¡Menudo día! Y yo pensando que iba a ser tranquilo. Me dan la oportunidad de explicarles de qué va la historia de Texas, me cuentan el doble grupo y las casi meteduras de pata. Charlamos de todo y de lo único.
Comienza a haber murmullos, algunas abandonan la sala como los de Gran Hermano, pero para volver con una nueva incorporación… Pese al chasco de algunas, no es una coca-cola de 3 litros, pero casi mejor. Comienza la maleta roja, y con ello las risas, muchas risas: nerviosas, curiosas, brutas, sensuales, placenteras… ¡Qué de cosas se aprende en este tipo de reuniones! El garbancito mide 9 cm (para algunos eso es un señor cimbel), el doble de terminaciones nerviosas que el “perpucio” como lo llama María cuando apenas puede vocalizar en días de casi 0 de alcohol. Frases muy buenas: “no te masturbes con mi vagina”, “deja de sintonizar la radio”. Aquí se prueba todo, y cada vez a mejor. Algunas prefieren el volaré, otras los masajes, otras de color rojo, otras el huevo, pero todas coincidimos con que el mejor es el conejito. Sacamos la chequera, despedimos a la señorita y continuamos con la fiesta.
La música suena, creo que la canción número 5 aun no ha sonado dice Bea. Bailamos, pero seguimos charlando y compartiendo opiniones. Se hacen las tantas. Encendemos el motor para poder ver. Algunas meriendacenamos. Todas beben, hasta el agua de loa piscina, porque el Absolut se acabó hace siglos.

Y mientras todo esto pasa, yo sigo en mi mundo paralelo; en ese que me meto a veces para evadirme de la Tierra y observar desde fuera. La verdad, es que aun continuo sin palabras, sigo flipando. No me lo puedo creer. ¿Han hecho todo esto por mí? ¿Han dejado sus cosas para que todas nos juntemos un día? No sé qué decirles, ni cómo agradecérselo. ¡Esto es espectacular! Y observo y observo y ahí las veo, a mis Xoxys, con esas que he compartido tantos momentos. Buenos, muy buenos, fenomenales, excelentes, perfectos y alguno que otro un poco más serio. Pero siempre han estado ahí, y me han demostrado quiénes son y todo lo que valen. Ahí veo a Alicia, la última en incorporarse y no por eso menos importante. Nos ha dado frescura en el grupo, reservada pero presente en todo momento. No duda en ofrecerse para lo que sea. Bea (Teo, como la solemos diferenciar), dulce y cariñosa al máximo. No ha podido estar porque está sumergida puede que en la mejor aventura de su vida. Siempre está ahí, siempre tiene una palabra de cariño, siempre está atenta a todo lo que nos pasa. La Castaña siempre con una sonrisa en la boca, divertida y muy madura. No pone impedimentos a nada y hace que las cosas sean fluidas, se ofrece para todo y su enseñanza en bailes africanos no tiene desperdicio. Laura, tan sensible, gracias por no dejar que hoy fuese la única a la que se le escapara alguna lagrimilla. Pendiente en todo momento de cada una, siempre dispuesta a ayudar y a echar una mano en lo que sea y muy amable con todo el que conoce. Elena, con su vida tan emocionante. Muy inocente, de todo el mundo se fía porque ella no tiene maldad alguna. Siempre conectada con el mundo y las nuevas tecnologías. Confía en ti de forma incondicional, no dejándose influir por todo lo demás, sabiéndote escuchar. María, qué decirte María que no sepas ya. Con la que he compartido amistad desde cría, momentos de reflexión en la fuente (muuuuuchos momentos, ¡ay si la fuente hablase!), risas, lagrimas, sueños, paseos, charlas, más charlas, confesiones, Nocheviejas... Simplemente siempre has estado ahí y sé que siempre lo estarás. Su amistad es incondicional. Rosa de Madrid casi como un miembro más de mi familia. Tan ordenada y detallista con todo. Siempre presente cuando lo necesitas aunque ni si quiera lo hayas pedido, pero ella lo sabe ver. Emprendedora y luchadora, con un gran corazón. Y sé que vamos a hablar por skype para poder ver crecer a nuestro niño. Rico, para mí la “revolution” y no veas lo orgullosa que estoy de ello. Siempre con mil cosas pendientes por hacer. Siempre pendiente del teléfono, porque quiere que todo salga bien. Un poco despistada, tal vez por su vida ajetreada, pero con un corazón que no le cabe en el pecho, y unos grandes consejos. Tamara, la vasca y la más alejada territorialmente. A veces un poco distanciada, pero presente en todo momento. Alegre, divertida y con ganas de ayudarte sin que se lo pidas.  Y mi hermanita pequeña: Rosa. Única, eres única. Divertida, con unos puntos que dejas loco a todo el mundo. Extrovertida, la vergüenza la perdiste al nacer. Cariñosa, sobre todo cuando el vodka hace su aparición y con ello los te quiero. Eres mi persona y lo sabes, presente desde que naciste. Buena consejera, buena amiga y mejor hermana. Discusiones divertidas, charlas muy profundas y aficiones compartidas. No sé qué haré sin ti cuando cruce el charco.


En realidad no sé qué haré sin ninguna de vosotras cuando empiece esta nueva aventura. Os tendré muy presentes y os mantendré informadas a través del grupo, si es que me contestáis esta vez. Solamente quiero daros a todas las GRACIAS. Gracias por ser Xoxys, gracias por haber tenido conmigo este gran detalle. Gracias por ser mis amigas. Gracias por ser parte de mi vida.


Os quiero